Noé y su familia compuesta por su esposa, sus tres hijos y sus esposas acaban de salir del arca. Las Sagradas Escrituras nos narran en los capítulos 7 y 8 del libro de Génesis que llovió durante cuarenta días y cuarenta noches y que las aguas duraron para retirarse de la tierra, ciento cincuenta días.
Aproximadamente 5 meses dentro del arca, sin poder salir a causa del diluvio que Dios trajo a causa del pecado del hombre. Noé y su familia se salvaron porque Noé halló gracia ante los ojos de Jehová (Gen.6:8). Él no era un hombre perfecto y sin pecados. Era un hombre en el que Dios derramó Su gracia salvadora y al cual declaró justo, como dice en Gén.7:1. El hecho de que Dios dijo que lo había visto justo en esa generación no significa que la justicia era propia de Noé. Dios lo había justificado con la sangre del Salvador que vendría.
Y aquí vemos un ejemplo de los beneficios que muchas veces un hombre piadoso puede traer a su familia. Por causa de Noé se salvaron de morir ahogados su esposa, sus tres hijos y las esposas de sus hijos. No nos dice la Palabra cuál era la situación espiritual de ellos, pero por lo menos nos da a entender que uno de ellos, Cam, no era un hombre piadoso.( Gén.9:18-23)
Pero volvamos a nuestra historia: Noé y los suyos acaban de salir del arca. Dios les dijo que ellos se salvarían de morir ahogados y así fue. Ahora me imagino que muchas preguntas estarían en la mente de todos ellos: ¿Qué pasará ahora? ¿Qué haremos? Y sobre todo: ¿Volverá algún día una catástrofe como esa?.
Conociendo su propia naturaleza, Noé sabía que el hombre volvería a pecar, sin embargo por la gracia que Dios había derramado sobre él y que le llevó a ser obediente cuando Dios le ordenó construir el arca, hizo un sacrificio agradable al Señor y la misericordia de nuestro gran Dios se manifestó aceptando el sacrificio y declarándole a Noé que no vendría otro diluvio para destruir la tierra (Gén.9:11), sino que “mientras la tierra permanezca, no cesarán la sementera y la siega, el frío y el calor, el verano y el invierno, y el día y la noche” (Gén. 8:22)
Pero como sabe el Señor que el hombre el débil, temeroso y olvidadizo, estableció un pacto con Noé y con toda la humanidad y la señal de ese pacto fue el arco iris. ¿Has visto ese hermoso arco iris que se forma cuando va a llover y que tiene preciosos colores? No es solo un resultado de la descomposición de la luz que traspasa las gotas de agua, tiene un significado. Dios lo dio para que el hombre no olvide Su promesa.
GGM.
No hay comentarios:
Publicar un comentario